Acerca de la psoriasis

¿Qué es la psoriasis?

La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel, no contagiosa, que provoca la aparición de placas secas, rojas y escamosas (llamadas lesiones) en la piel. Estas lesiones pueden hacer que la piel pique, arda, se descame o sangre. La forma más común, la psoriasis en placas, se manifiesta en forma de placas de piel elevada y enrojecida, con escamas blancas plateadas.

¿Qué causa la psoriasis?

La psoriasis puede aparecer a cualquier edad, puede ser imprevisible y su grado de gravedad puede variar. Esta afección de la piel no sólo afecta a las personas físicamente, sino también emocionalmente. No se conoce una cura para la psoriasis.

Actualmente entendemos que la psoriasis es una afección provocada por una desorientación del sistema inmunológico. Como si se tratara de una cerradura de combinación, deben producirse tres cosas para disparar la psoriasis que está latente en nuestro cuerpo. Primero, debe tener los genes que predisponen a la psoriasis. Segundo, debe estar expuesto a un desencadenante y hay dos posibilidades: una lesión en la piel o una infección. Por último, el sistema inmunológico debe estar en una condición en particular que le permita a la psoriasis desarrollarse y persistir.

¿Cómo llegué hasta aquí?

Lo que parece suceder es que el sistema inmunológico se confunde. El sistema inmunológico está programado para reaccionar a algo que está dentro de la piel o sobre ella. La confusión se produce en las primeras etapas del proceso del sistema inmunológico. Después de la lesión, las células presentadoras de antígenos (APC, por sus siglas en inglés) llevan los desechos de la herida a un ganglio linfático local. Una vez dentro del ganglio linfático, las APC interactúan con linfocitos T vírgenes. Si las señales son correctas, las APC y los linfocitos T vírgenes establecen contacto directo y transforman los linfocitos T vírgenes para su activación y proliferan, dividiéndose rápidamente para producir muchas más linfocitos T activados idénticos.

Los linfocitos T activados harán un viaje extraordinario. Salen del ganglio linfático e ingresan en el sistema circulatorio sanguíneo. Dirigidos por las citocinas, los linfocitos T activados salen del sistema circulatorio e ingresan en la piel, pero sólo cuando las señales de las citocinas se lo indican. Los linfocitos T activados, en la piel, liberan nuevas citocinas. Estas nuevas citocinas dirigen a las células de la piel para que se multipliquen más rápido y con un mayor grosor. Estas nuevas citocinas hacen que fluya una mayor cantidad de sangre por la piel y que se formen nuevos vasos sanguíneos.

Ahora usted tiene psoriasis: placas rojas debido al aumento de sangre suministrada a la piel, gruesas y escamosas porque la piel crece más rápido que lo normal.

Es por causas genéticas que el sistema inmunológico hizo que las APC respondieran a los antígenos. Es por causas genéticas que los linfocitos T vírgenes fueron bombardeados, proliferaron y fueron rodeados. Y es por causas genéticas que los linfocitos T migran a la piel, liberan las citocinas mensajeras que aumentan el flujo sanguíneo y hacen que las células de la piel se multipliquen más rápido.

El estado del sistema inmunológico en que las APC activan los linfocitos T determinará cómo y cuándo se producirá la psoriasis. La psoriasis puede manifestarse como unas pocas manchas en un área de la piel o esparcirse por todo el cuerpo. La psoriasis puede manifestarse como una pequeña mancha en el cráneo o placas gruesas con escamas tipo ostras que cubran el 80% del cuerpo. O puede ser algo intermedio.